Piernas más ligeras en las interminables jornadas navideñas

Más tiempo de lo normal en la cocina, sin un momento para sentarse.    Sobremesas demasiado largas donde el problema es lo contrario: horas sin apenas cambiar de postura. Veladas prolongadas encaramadas a unos tacones. Colas en los comercios, o para entregar la carta a los Reyes Magos… Tampoco ayudan los excesos de estos días, que propician la retención de líquidos y la acumulación de grasa en zonas localizadas. Para las personas que sufren problemas circulatorios, aunque sean mínimos, las Navidades pueden convertirse en una auténtica tortura.

El drenaje linfático, y concretamente la presoterapia, son especialmente recomendables para sobrellevar estas jornadas maratonianas, aliviar las piernas cansadas y, de paso, irse librando de todas las toxinas que en muy pocos días estamos acumulando, sin esperar a que llegue enero y busquemos resultados milagrosos en una sesión.

La presoterapia Ballancer permite adecuarse a las necesidades de cada cliente y ofrecer tratamientos totalmente personalizados (y almacenables en memoria) para tratar desde molestias leves y muy comunes, como pesadez o cansancio, hasta trastornos más importantes, como edemas linfáticos, varices u otras dolencias venosas, ya que mediante la combinación de sus diferentes ciclos (Preterapia, Wave, Slim y Ballancer) se pueden obtener más de veinte protocolos de actuación.

Como siempre, antes de recomendar un tratamiento de presoterapia a un cliente asegúrate de que no padece algún problema grave o severo que lo desaconseje: Trombosis Venosa Profunda, infecciones en la zona a tratar, enfermedad cardiaca severa, llevar marcapasos, ser pacientes oncológicos o personas con alteraciones extremas de presión arterial, ya sea hipo o hipertensión.

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