Aunque su uso aún no se haya generalizado en los gimnasios, centros de entrenamiento o salas de fitness, lo cierto es que la presoterapia se va abriendo paso poco a poco en el mundo del deporte, y sobre todo en las rutinas de los deportistas de élite. En este post queremos incidir en las razones por las que cualquier centro deportivo debería considerar la incorporación de equipos de presoterapia a sus instalaciones.
- Facilita la eliminación de grasas, líquidos y toxinas acumulados en los tejidos tras un esfuerzo intenso. La presoterapia ayuda al sistema linfático a filtrar las sustancias tóxicas y empujarlas hacia los canales de desecho, como los riñones o el hígado.
- Previene lesiones. Al estimular la circulación venosa y linfática, se asegura un nivel óptimo de sangre y oxígeno que prepara los músculos y articulaciones para el esfuerzo.
- Relaja cuerpo y mente. El masaje rítmico y sincronizado que se recibe con una sesión de presoterapia de unos 30 o 45 minutos posee un efecto sedante y relajante, ideal para recuperarse de la hiperactividad a la que se somete el cuerpo durante una sesión de entrenamiento intenso. La posición también es la más adecuada para desconectar y reducir el estrés o la ansiedad que puede provocar una competición, por ejemplo.
- Ayuda a recuperarse de las lesiones. La presoterapia contribuye a restablecer la circulación, de manera que los músculos, articulaciones y tendones implicados en el movimiento obtengan la irrigación necesaria para devolverlos al estado previo a la lesión.
- Mejora el rendimiento físico. Al disminuir el tiempo de recuperación tras el esfuerzo realizado, el cuerpo estará en condiciones de someterse a un nuevo entrenamiento en un periodo menor de tiempo, lo que repercutirá en un incremento progresivo de la capacidad física del deportista.
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